Columna de Opinión
Por Fundación Defensoría Popular de las y los Trabajadores
La Revuelta Popular iniciada en octubre del 2019 posibilitó que los pueblos de Chile iniciaran un proceso destituyente cuyo principal objeto fue interpelar, de forma sustantiva y radical, los cimientos neoliberales en los cuales se ha estructurado Chile por cuarenta años. A su vez, tal Revuelta dio inicio a un proceso constituyente que, sustentado bajo principios democráticos y paritarios, construye una nueva estructura socio-política que permitirá una vida digna y de buen vivir.
Dichos procesos, si bien iniciados por estudiantes secundarios, cobraron sentido de masas por la robusta y abundante protesta ciudadana, compuesta mayoritariamente por trabajadoras y trabajadores que repletaron las calles del país y que dotaron de radicalidad las protestas populares. Vale la pena recordar que los puntos más álgidos de tales procesos fueron los sucesivos llamados a huelga general las semanas de noviembre de 2019, convocatorias realizadas por centrales sindicales y organizaciones de trabajadores.
Y no podía ser de otra forma, ya que gran parte de las demandas reclamadas por la ciudadanía emanaba, directa o indirectamente, de los abusos y desigualdades que las personas, como sujetos trabajadores, experimentan día a día en el mundo del trabajo. Lo anterior tiene absoluto sentido toda vez que el trabajo humano, esencial para la existencia de las personas, permite tener una remuneración, una afiliación de seguridad social, de salud, entablar relaciones sociales, entre otros elementos asociados al trabajo. Por la centralidad que el trabajo tiene en procesos históricos como estos, organizaciones como la nuestra se han puesto a disposición para colaborar en el tránsito de conquista de la dignidad de las y los trabajadores.
La participación de la DPT en este proceso constituyente basa sus fundamentos en que para nosotras y nosotros esta instancia abre reales posibilidades de participación de la clase trabajadora que permita garantizar derechos fundamentales laborales relevantes para la dignidad del ser humano en la escenario laborativo. La participación y unidad de la clase trabajadora posibilitará, en ese ejercicio, que sean las demandas de las organizaciones sindicales las que se cristalicen en normas constitucionales que permitan superar, en el futuro próximo, la estructura normativa de relaciones laborales heredadas de la dictadura.
En dicho escenario, Fundación Defensoría Popular de las y los Trabajadores (DPT), con 6 años de trayectoria, se constituye como un proyecto que busca conjugar la entrega de orientación jurídica a organizaciones sindicales, trabajadores y trabajadoras, como también a coadyuvar en la organización de procesos políticos relevantes para la clase obrera, siendo uno de tales procesos, en la actualidad, la Convención Constitucional.
En la convención como DPT hemos tenido un rol activo, poniendo a disposición dos de los 13 integrantes de la Fundación, las abogadas Irune Martínez y Javier Pineda, para colaborar desde la asesoría jurídico política a los convencionales constituyentes electos Alondra Carrillo, Camila Zarate, Vanessa Hoppe y Bastián Labbe, todos y todas pertenecientes a los Movimientos Sociales Constituyentes. Tal lazo se origina, además, por la importancia que tiene para nuestra orgánica la participación socio-política de nuestros integrantes, en diversos movimientos e instancias populares.
Asimismo, integrantes de nuestra Fundación participan de forma originaria en el Eje Sindical Constituyente, espacio constituido por dirigentes sindicales y asesores laboralistas que, con el cometido de organizar las históricas demandas del mundo del trabajo para una nueva Constitución, realizaron desde agosto del 2020, los “Encuentros de Trabajadores y Trabajadoras por un nuevo Chile”
En los encuentros de trabajadoras y trabajadores, se gestó la “Propuesta Constitucional del Eje Sindical Constituyente”. En tal documento, se presentaron los principales derechos que, a juicio de la clase trabajadora, deben estar contenidos en la nueva Constitución, siendo alguno de estos:
- el valor del trabajo como fuente de dignidad de la persona y el desarrollo social y económico;
- la constitucionalización de principios laborales como la primacía de la realidad, la irrenunciabilidad de derechos, el principio protector, entre otros;
- la protección del estado a la salud física y mental de los trabajadores;
- el reconocimiento de las labores de cuidado estableciendo un Sistema Plurinacional de Cuidados;
- participación de los trabajadores en la empresa;
- la garantización de la Libertad Sindical en sus tres aristas: sindicalización, negociación colectiva en todos sus niveles y el reconocimiento de la huelga como derecho fundamental, entre otros.
El mencionado documento, en cuya redacción participó nuestro abogado Axel Gottschalk, fue presentado como Iniciativa Popular de Norma, instancia establecida por la propia Convención Constitucional que permitió que iniciativas ciudadanas pudieran recolectar firmas y ser presentadas como normas para el debate al interior de la Convención. A pesar de la gran participación, la Iniciativa del Eje Sindical Constituyente no alcanzó a reunir las firmas necesarias. Sin embargo, y dado el amplio respaldo de organizaciones como también de convencionales constituyentes, la Propuesta Constitucional fue patrocinada y presentada por las y los convencionales que participaron en su formulación.
La participación de la DPT en este proceso constituyente basa sus fundamentos en que para nosotras y nosotros esta instancia abre reales posibilidades de participación de la clase trabajadora que permita garantizar derechos fundamentales laborales relevantes para la dignidad del ser humano en la escenario laborativo. La participación y unidad de la clase trabajadora posibilitará, en ese ejercicio, que sean las demandas de las organizaciones sindicales las que se cristalicen en normas constitucionales que permitan superar, en el futuro próximo, la estructura normativa de relaciones laborales heredadas de la dictadura.
En este sentido, en la actualidad la DPT trabaja para aunar criterios y conglomerar en un solo documento las múltiples propuestas de normas constitucionales presentadas por la diversidad de actores sociales del mundo trabajador. Asimismo, prepararemos junto a las demás organizaciones sindicales, las indicaciones correspondientes para que tal propuesta unificada recoja las demandas del trabajo para quedar plasmadas en el borrador de la nueva Constitución.
Por las razones expuestas, para nosotras/os como Fundación DPT solo la unidad de la clase trabajadora permitirá que sus históricas demandas, desplazadas por años de productivismo patronal, pueda ser superado por un andamiaje de derechos laborales individuales y sobre todo colectivos, que garanticen que el esfuerzo laborativo de las y los trabajadores sea disfrutada ellos/as, y que en dicho ejercicio del trabajar, encontremos la satisfacción y dignidad no solo individual, sino que del pueblo en su conjunto.
Como trabajadores y trabajadoras del derecho, las y los integrantes de la Fundación DPT estamos al servicio de ser un aporte en la obtención de los históricos derechos que han demandado las luchas de las y los trabajadores. En ese continuo camino de conquistas, que no son sino garantías de dignidad, la DPT y quienes la conformamos, continuaremos al alero de las y los trabajadores. Tal disposición la tendremos, hasta que dicha dignidad se haga costumbre.